Pensar y visualizar la editorial

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Javier García (editor) y Mikel Escalera (diseñador gráfico) en su primer encuentro en El Bistró de La Central, en Madrid.

La decisión de crear una editorial no se toma –obviamente– de la noche a la mañana, y en mi caso es la consecuencia de cerca de dos años de idas y venidas hasta que parece que todo encaja e incluso las dudas (contadas por centenares) se diluyen o quedan arrinconadas por el entusiasmo. Y al final emprendes, o te lanzas o te arrojas (verbos más propios del ámbito cultural) en este caso al abismo de un negocio que no es tal sino más bien un oficio, aunque nadie te libre de destinar un capital en el proyecto. Ahí es donde residen muchas de las dudas al emprender —en lo que pones y en lo que esperas recibir—aunque como me decía Dani Osca, editor de Sajalín, al desearme suerte:

Los números no lo son todo, y para lanzarse a la piscina editorial hay que estar un poco loco y tener la ilusión de un niño.

En definitiva, una variante más sobre la figura del editor que ya explicaba Esther Tusquets de una forma bastante más contundente: «uno se mete a editor como si se metiera a cura». Es decir, cuestión de vocación, pero al parecer también de resignación, como si uno tuviera que pedir perdón por dedicarse a la ingrata, aburrida y poco rentable tarea de fabricar libros. En definitiva, cosas de niños, de locos o de curas.

Pero me he distraído del asunto principal. Si ya me he decidido a arrojarme a la piscina editorial ha sido solo después de pensar qué tipo de editorial quería y qué apariencia tendrían los libros a publicar. Lo primero puede parecer más importante y lo segundo secundario (claro, de segundo) pero para mí formaban un único asunto con dos caras. Ya escuché decir a alguien que te puedes diferenciar por contenido o por estética. O por ambas cosas, añado yo.

Respecto al tipo de editorial y la línea que seguirá, solo puedo decirles de momento que se trata de una «editorial boutique», algo que explicaré más adelante, no sean impacientes. En cuanto a la estética comparto al cien por cien la rotunda recomendación de Diego Moreno, editor de Nórdica libros: «Yo no montaría una editorial si no diera muchas vueltas al diseño editorial». Y tantas vueltas di que las horas de sueño se acortaron muchas noches, hasta que un día –y como en una aparición repentina– todas las nieblas se despejaron y surgió lo que buscaba, aunque aparentemente no supiera con exactitud qué era ni dónde estaba. «Ahora sí, por fin lo he visualizado», me dije entonces. Desaparecieron las dudas y ya tengo claro qué estética quiero para la editorial y cómo van a ser sus libros. Un objeto sobre cuya importancia reflexionaba en una entrevista Emilio Gil, pionero del diseño gráfico en España:

Un objeto creado por el hombre difícilmente superable. La expresión de lo mejor que puede conseguir el ser humano. El contenedor de todo. La capacidad de cambiar el mundo. Y como diseñador, un ejercicio y un reto que nace inédito cada vez que te enfrentas a él.

Una vez visualizado el objeto, necesitaba del trabajo de un profesional que me ayudara a convertir esa idea en una realidad, en un producto físico con un formato y características que —es uno de los principales objetivos que me he marcado—, diferencie nuestros libros de los libros de otras editoriales, llamen la atención y sean reconocidos por los lectores. Ese profesional es Mikel Escalera, un joven ilustrador y diseñador gráfico de Vitoria que, desde su estudio gráfico Okkoto, va a desarrollar el diseño gráfico, editorial y web. La primera sesión de trabajo que celebramos fue en El Bistró de La Central, en Madrid, donde con la ayuda de algunos cafés, sentamos las bases de nuestra colaboración y las líneas de trabajo a desarrollar. Como las ideas derivaron en múltiples afluentes continuamos nuestra «reunión» tomando unos vinos en el Mercado de San Miguel y un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor, porque no solo de ideas se alimenta el hombre, y con sustancia en el estómago el cerebro trabaja mejor.

Cuando vean el resultado final ustedes juzgarán si les gusta y si hemos conseguido los objetivos que nos proponemos. No se marchen.

To be continued / Continuará.

Stay tuned / Atentos a la pantalla.

4 pensamientos en “Pensar y visualizar la editorial

  1. ¡Bravo, Javier! Acabo de leer la anterior entrada también y me alegro mucho de que por fin te hayas decidido a lanzarte a la piscina de los sueños realizados. O por lo menos, intentados. Llevabas mucho tiempo con esa idea y se merecía una oportunidad, ¿no? A partir de ahí, empieza el trabajo duro, pero seguro que también el disfrute.
    Aquí estamos para echarte una mano en lo que necesites.
    ¡Mantennos informados de los avances!

    Un abrazo,

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